Algunos me comentáis que no sentís cómo fluye el Reiki en vuestras manos tras haber sido iniciados y pensáis que estáis haciendo algo mal o que no os han iniciado bien. Pues tranquilos que si practicáis y ponéis buena intención para ayudar a la persona sí estáis haciendo bien las cosas y, por supuesto, vuestro Maestro o Maestra os ha iniciado bien.
A continuación os indico unos consejos para recordar cuando practiquéis:
1. ¿Te han iniciado en Reiki? Sí, parece obvio y una pregunta tonta pero me contactaron un par de personas que decían que no les funcionaba el Reiki y, para mi sorpresa, resulta que se habían «auto-formado» leyendo libros y viendo tutoriales, pero no habían sido iniciados por un Maestro.
2. Ten paciencia. El Reiki fluye con diferentes grados de calor; desde tener las manos frías hasta notarlas como antorchas. A veces ponemos las manos en una posición y tardamos en sentir el calor. Otras veces esos cambios son sutiles, otras veces notamos oleadas de calor, hay alumnos que me comentan que notan chisporroteos, otros pinchacitos… como os digo, cada uno somos un mundo y experimentamos las cosas de diferente manera.
Por otro lado, hay alumnos que sienten el calor en las manos desde el primer día que les inicio, otros en segundo nivel… otros no sienten nada hasta que hacen Maestría. Pero siguen avanzando en Reiki porque sí ven resultados, observan que tanto ellos como las personas a las que tratan con Reiki se sienten mejor y notan los beneficios del Reiki.
4. Hazte un autotratamiento diario. Te ayudará a comprender cómo fluye el Reiki a través de ti. Te ayudará incrementar tu paz interior. Con la práctica, notarás cómo fluye la energía en diferentes partes de tu cuerpo o quizás pasen semanas o meses hasta que lo notes, pero tranquilo y sobre todo ten paciencia, porque más tarde o más temprano lo notarás como lo hemos hecho todos.
5. Confía en ti. Nuestra mente es nuestra peor enemiga y nos pone zancadillas haciéndonos dudar de nosotros mismos. Nos preocupa no colocar las manos correctamente o no ponerlas en el punto adecuado o que no nos hemos estado el tiempo suficiente. Pasa de todos esos pensamientos que te vienen y céntrate en las sensaciones de tus manos, aunque sean muuuuy pequeñas. Haz el favor de no criticarte y pensar que no lo haces bien. Ni tampoco te compares con los demás pensando que ellos son mejores que tú porque sienten calorcillo en las manos y tú eres más torpe y no lo sientes. Confía en ti porque, aunque no notes nada en las manos, el Reiki sí está funcionando y beneficiando a la persona que se lo estás dando, ¡te lo prometo!!
