Todos queremos que cuando una persona acude a nosotros a hacerse una lectura de Registros Akashicos, salga muy contenta de la consulta con la información que ha recibido.
En mis cursos de Registros Akashicos en Madrid observo que mis alumnos tienen la ilusión de canalizar con la mayor precisión posible para ayudar a la persona a la que le hacen la lectura. Pero justamente ese deseo imperioso de que la persona quede contenta y que la información recibida durante la lectura resuene con él o ella, es lo que frena nuestra precisión intuitiva cuando accedemos a los Registros Akahicos.
Y el tema es que si en tu subconsciente tienes la intención de tener contento al cliente y que te reconfirme una y otra vez la precisión de tus lecturas… entonces esta intención afectará la información que recibas durante dicha lectura.
Aunque pronuncies mil veces la coletilla “por el mayor beneficio de X”, si ya inconscientemente has planeado cómo se tiene que desarrollar la lectura, qué información exacta vas a canalizar y cómo ésta será percibida por tu cliente… eso impedirá que la sesión se desarrolle con fluidez.
Date cuenta que a veces la auto-percepción de la persona a la que lees los registros está muuuuuuuy lejos de quien realmente es, a nivel álmico. Por ejemplo, a mí me ha pasado alguna vez que yo tenía un concepto sobre mí misma en cierto aspecto de mi vida que no tenía absolutamente nada que ver con lo que en realidad mi alma deseaba. Pero tras haberme hecho una lectura, gracias a mis guías descubrí lo que en realidad quería, dándome un gran impulso a mi vida. ¿A que te ha pasado a ti también de pensar que querías una cosa y luego en terapia o la experiencia te ha demostrado que en verdad querías todo lo contrario?
Te pongo un par de ejemplos más: imagina que tienes una relación tóxica con alguien que te hace mucho daño (una hermana, una pareja, amiga…) y te resulta difícil que esa persona salga de tu vida para liberarte del sufrimiento. Tú vas a que te hagan una lectura de registros Akahiscos queriendo oír “sigue con esa persona porque va a cambiar, o las cosas van a cambiar…” pues me apuesto lo que sea que tus guías, con todo el cariño del mundo te dirán que te desapegues de esa persona y que cada una continúe su propio camino. Y puede que al principio pienses que te han hecho mal la lectura pero, con el paso del tiempo, verás que es el consejo más adecuado para el bien tuyo y también de la otra persona.
Otro ejemplo: tu cliente quiere reinventarse y poner en marcha un proyecto, el sueño de su vida (por ejemplo un centro de terapias, o una tienda online, o viajar por el mundo…). Lo ha estado preparando todo muy bien, se ha informado, se ha formado, ha hecho un estudio de viabilidad, etc, etc… pero le da pánico abandonar su zona de confort y lanzarse. Acude a ti para que le hagas una lectura de Registros Akashicos y, como tiene tanto miedo de fracasar en el nuevo proyecto, ¿sabes qué quiere escuchar? Pues que se quede en el trabajo actual, que al fin y al cabo le paga las facturas y blá blá blá… pero ¿sabes qué le van a decir sus guías con toda seguridad? que ponga YA en marcha el nuevo proyecto, porque tienen la formación, habilidades, etc… y que tiene muchas probabilidades de éxito y realizarse como persona.
A veces en una lectura los guías le dicen a la persona justo lo contrario de lo que quiere oír, y que tiene que trabajar duro para crear la vida que desean. Y al principio esta información no les hace ni pizca de gracia porque se esperaban otra cosa; algunas personas desean recibir información que les permita quedarse en la zona de confort. Pero en la zona de confort (o en “más vale lo malo conocido”) te hace sufrir y si quieres ser feliz hay que currar un poquito, vencer los miedos y trabajar para salir y ver la luz al final del túnel.
Así que ya sabes, a la hora de hacer una lectura de Registros Akashicos, cuanto menos apegado o apegada estés a contentar a tu cliente, más se abrirá la puerta para recibir una valiosísima información en línea con su transformación, en lugar de la satisfacción del momento.
Y a la larga, por supuesto, este desapego hará más feliz a esa persona y tus lecturas serán más precisas.
¡Namasté!
