Los niños son seres puros que conectan con
facilidad con la energía Reiki y la mayoría todavía no tienen las barreras que
vamos construyendo a lo largo de nuestras vidas.  Digo la mayoría
porque desafortunadamente algunos peques, por circunstancias de los padres,
sufren desde el momento de la concepción.
Al igual que para los adultos, los beneficios
del Reiki son infinitos tanto para los bebés como para los niños más
mayorcitos; incluso durante el embarazo para los nonatos.  Como siempre
digo, lo peor que le puede pasar a tu niño con el Reiki es que no le haga nada.

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Vamos a repasar cómo puedes aplicar Reiki a tu
hijo en las diferentes etapas del crecimiento:
1) Reiki durante el embarazo: el Reiki es muy
beneficioso para la futura madre ya que actúa activando el sistema
parasimpático que es el encargado de activar los efectos calmantes.
¿Cómo dar una sesión de Reiki a una
embarazada? en las primeras semanas le puedes dar un tratamiento completo por
delante y por detrás. A medida que avanza el embarazo, yo te recomiendo hacer
el tratamiento sólo por delante y, en lugar de estar tres minutos en cada
posición, pasar a 6 minutos.  Si necesitara darse Reiki por ejemplo en los
riñones pues quizás sentada en una silla sería la postura más cómoda para ella.
Bueno, eso ya lo vais viendo.
2)  Reiki para el recién nacido: con que
le des Reiki unos minutos en el cuerpecito es suficiente.  Le vendrá muy
bien para aclimatarse al nuevo entorno, dormir bien, aliviar los cólicos, fortalecer su sistema inmune, etc,
Cuando el niño está creciendo el protocolo a
seguir es muy parecido al del adulto. Para un niño pequeño, de 0 a 5 años
aproximadamente, puedes aprovechar a darle Reiki mientras duerme posando la
mano sobre su corazón para ayudarle a dormir. Para niños más mayorcitos, se
deja participar al niño en la terapia y que cuente qué va sintiendo; pero sin
forzar, si el niño no quiere que se le dé Reiki o no quiere contar qué siente
has de respetar su libre albedrío. 
3) Reiki para adolescentes: les vendrá genial para potenciar su concentración en los estudios, darles calma, reforzar su autoestima, fortalecer su sistema inmune y mucho más. El tratamiento sería exactamente igual que para un adulto; pincha aquí para ver el tutorial de un tratamiento de Reiki completo.
Si alguien te pide que des Reiki a su hijo, es
fundamental que crees un ambiente tranquilo, amoroso y que dé confianza al niño.
Limítate a dar Reiki al peque y tras la sesión, yo te recomiendo que no habléis de energías, presencias,
etc… (en esa línea) si no quieres que luego el niño tenga miedos y sea peor
el remedio que la enfermedad.
Se puede iniciar a un niño en Reiki y no hay
una regla que estipule la edad en que se puede iniciar a un niño pero yo recomiendo
a partir de los 16 años o más. En mi humilde opinión, es mejor que aprendas tú y le des las sesiones
de Reiki a tu hijo o le lleves a un terapeuta. 
Cuando yo estaba aprendiendo Reiki a mi hija (tenía 10 años por aquel entonces) le chirriaba el tema y, a pesar de yo estar super-entusiasmada con el Reiki, nunca le di Reiki hasta que ella vio por sí misma que se trata de una técnica estupenda que te puede ayudar mucho.
Recibir el regalo del Reiki fomenta
a nuestros peques una manera de vivir sana y llegar a la vida adulta con
serenidad. Los beneficios del Reiki para tu hijo son infinitos, al igual que
para ti:
♥ Mejora la concentración, la memoria y el aprendizaje 
♥ Les relaja 
♥ Desarrolla su intuición 
♥ Fomenta la sensibilidad y el amor incondicional 
♥ Estabiliza sus estados emocionales (rabia, ansiedad, tristeza, frustración…) 
♥ Modera la hiperactividad 
♥ Cura las caídas o heridas que se puedan hacer 
♥ Ayuda a los tratamientos médicos, post-operatorio… 
♥ Fortalece su sistema inmune
Y lo último y no lo menos importante, el Reiki
es un complemento y JAMÁS sustituye el tratamiento del pediatra.
Espero que te haya ayudado y si tienes dudas,
déjalas en los comentarios que te responderé encantada.

Un abrazo