Inspira y concéntrate en el aire fresquito que entra por tu nariz, espira imaginando que sueltas los pensamientos negativos por la nariz en forma de humo negro…
Suelta el aire, imaginando que es humo negro (negatividades, miedos, preocupaciones)… inspira…. espira…. así unos minutos…
Mientras te centras en inspirar y espirar, te alejas de tus preocupaciones o distracciones. Si notas que «se te va la mente», vuelve otra vez… ¡verás como con la práctica lo consigues! y tu mente estará muy calmada y feliz.
¡Namasté!