En el curso de tercer nivel de Reiki una de las técnicas que aprendemos es el Reiju y he notado que hay cierta confusión entre qué es el Reiju (y para qué sirve) y qué es una iniciación/sintonización de Reiki. Simplemente se trata de una evolución del concepto/técnica Reiju para transformarse en lo que hoy denominamos iniciación/sintonización de Reiki (aquí lo explico pincha este enlace).

Reiju e iniciacion de Reiki en Madrid

En Japón, la iniciación se llama “Reiju”, y su traducción es “bendición espiritual o don”; pero ¿qué significa eso exactamente?
Lo primero de todo, tal como indica la traducción, la naturaleza del Reiju es espiritual, no física. Los escritos indican que Mikao Usui realizaba Reiju a sus alumnos sin rituales físicos. Simplemente se sentaba frente al alumno y le iniciaba, sin necesidad de rituales. ¿Y cómo lo hacía? Mikao Usui era la materialización del símbolo Dai Ko Myo o Gran Luz Brillante, osea, como digo yo, era “el Dai Ko Myo con patas”. Era un ser muy evolucionado y tenía integrado al 100% el símbolo Dai Ko Myo en su sistema energético.
El Dai Ko Myo representa el desapego, incluyendo el desapego de nuestro ego. Es un estado del ser sin el sentido del “tú” o el “yo”, en ese estado tanto el Maestro como la persona a la que iniciaba era uno; no existía “el que da” ni “el que recibe”, porque entonces entra el ego, se establecen jerarquías y se pierde la esencia del Reiki.
Sensei Usui era la Gran Luz Brillante, tenía el ego dominado, un alto nivel de vibraciones y se había liberado de todo sufrimiento con lo que con su presencia el alumno podía recibir Reiju como bendición, como sanación o como iniciación, o las tres cosas a la vez. A Usui no le hacía falta hacer rituales; él era la Gran Luz Brillante y su deseo era hacer ver a sus alumnos que ellos también eran la Gran Luz Brillante.
Pero al ver que a algunos de sus estudiantes les costaba desprenderse de su ego y convertirse en la Gran Luz Brillante diseñó un ritual físico para ayudarles a recordar su verdadera esencia. Este ritual no tenía símbolos ni mantras, sólo unas posiciones de manos sobre el receptor del Reiju.
Su alumno Chujiro Hayashi añadió más adelante los símbolos; Hayasi también quería ayudar a los alumnos a recordar que ellos eran la Gran Luz Brillante.
Para Hayasi los símbolos y mantras eran llaves destinadas a liberar lo que hay en nuestro interior. Enseñó los primeros símbolos como parte del Okuden, que en japonés significa enseñanzas interiores u ocultas. A medida que los alumnos practicaban Okuden, junto con los símbolos y mantras, comenzarían a tomar conciencia de lo que se esconde en su interior, su verdadera naturaleza, que es el Reiki o energía espiritual. Tras haber profundizado en Okuden, los alumnos serían iniciados en Shinpiden (enseñanza misteriosa, en japonés) aprendiendo el símbolo Dai Ko Myo. En este tercer nivel de Reiki los alumnos pasaban de entender intelectualmente qué es el Dai Ko Myo a convertirse en la Gran Luz Brillante. También recibían y aprendían Reiju como vía de sanación, bendición, iniciación o las tres cosas a la vez.
Cuando Hayasi enseñó Reiki a Takata, para ella el Reiju era una oportunidad para que el alumno tuviera un acercamiento al Reiki y comprendiera que él o ella es Reiki. Tras su muerte, algunos de sus alumnos comenzaron a denominarlo iniciación y así es como muchos maestros lo denominan en diferentes países.
Mikao Usui y Takata querían transmitirnos que el Reiki (energía espiritual) es nuestra verdadera naturaleza, escondida en nuestro interior y nos invitaban a re-descubrirla. Ya tenemos esa energía en nuestro interior y somos la Gran Luz Brillante, no eran necesarios los rituales. ¡Ojalá siguiendo los pasos de un ritual nos convirtiéramos en la Gran Luz Brillante! pero el fundamento del reiju no es ese. Se trata de una transmisión mente-a-mente, donde no hay ego y ahí está la dificultad del Reiki, en quitarse todas las capas de cebolla que nos hacen sufrir (odio, apegos, miedos…); por eso el Reiki es una práctica espiritual de años. Podemos dar unos talleres super-guays, en un entorno genial, pero llegar a la esencia del Reiki lleva años; convertirnos en esa Gran Luz Brillante, donde no hay ego, en los cuales hemos integrado al 100% los cinco principios de Reiki, ahí está la gracia.
Como practicantes de Reiki, meditamos y vivimos de acuerdo con los cinco principios de Reiki (no me enfadaré, no me preocuparé, seré amable con los demás, seré agradecido y trabajaré honradamente). En el Tercer nivel de Reiki (Shinpiden) añadimos a nuestra práctica el Dai Ko Myo (Gran Luz Brillante), que es la representación de estos preceptos. Nos convertiremos en Dai Ko Myo o Gran Luz Brilante cuando verdaderamente no nos enfademos, no nos preocupemos, seamos amables, agradecidos y honestos.
Cuando un maestro ofrece una iniciación o reiju, ha de hacerlo desde la compasión, en el cual entiende que todos somos Uno y no hay nada que dar o recibir, ni “cosa que dar”. Al ser el Maestro y el receptor de la iniciación Uno, no hay ego; no hay alguien que posea la energía y nadie que la reciba. El dar y recibir se lleva a cabo sin pensamiento de pérdida o ganancia; es una transmisión mente-mente.
En Resumen, el Reiju (bendición espiritual) se ofrece para dar a conocer a los alumnos su verdadera naturaleza espiritual, que conecten con la energía Reiki ya que forman parte de ella. En los cursos de Reiki aprendemos varias herramientas, como los principios, los mantras, símbolos, posiciones de las manos, para conectar con nuestra verdadera esencia. El elemento más importante en una iniciación/reiju es el estado mental del Maestro, no el ritual. A través de los años, los alumnos de Usui pudieron hacer varios rituales, pero el denominador común era que pudieron alcanzar un estado mental, la Gran Luz Brillante.

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